Comunidades de Cundinamarca hablaron sobre proyectos de transmisión para Bogotá ante el Concejo

  • Líderes de comunidades de Chocontá y Machetá, en Cundinamarca, municipios por donde pasa el trazado del proyecto Norte, y que han tenido relación con el Grupo Energía Bogotá, destacaron ante el Concejo de Bogotá la participación comunitaria durante la socialización del proyecto, así como el posterior acompañamiento a proyectos productivos comunitarios.

  • Diego Zárrate, doctor en temas ambientales y representante de la fundación ProCAT, destacó que una mínima parte de la infraestructura energética proyectada afectará la cobertura natural, ya que la mayoría se ubica en zonas previamente transformadas.

Bogotá, 26 de septiembre de 2024. Durante la continuación del debate de control político sobre la situación de la energía eléctrica en Bogotá, que se llevó a cabo este miércoles en el Concejo de la capital, dos líderes de comunidades de Chocontá y Machetá, Cundinamarca, intervinieron para hablar sobre el relacionamiento que han tenido los habitantes de estos municipios con el Grupo Energía Bogotá (GEB). Los líderes invitados por los concejales, destacaron que no solo se socializaron los proyectos de energía que atraviesan su territorio, sino que también han recibido apoyo para sus proyectos productivos.

Nayibe Sarmiento, miembro de la Junta de Acción Comunal de la vereda Boquerón en Chocontá y representante de una asociación comunitaria local, relató cómo, desde hace muchos años, el Grupo Energía Bogotá comenzó a acercarse a los líderes locales para explicar el paso de las torres de transmisión eléctrica, la importancia del proyecto y despejar los mitos que se habían generado alrededor de estas infraestructuras.

“Han estado cerca de la comunidad, apoyando nuestros procesos de liderazgo. Participamos en talleres que nos han ayudado a fortalecer nuestras capacidades. También han acompañado proyectos para jóvenes, como las huertas que brindan seguridad alimentaria y fomentan que los jóvenes permanezcan en el campo”, afirmó Sarmiento.

Asimismo, destacó que el acompañamiento del GEB ha impulsado procesos económicos locales: “Tenemos una asociación campesina que también depende de la energía. Contamos con un tanque de enfriamiento y utilizamos motores eléctricos para el ordeño. Para nosotros, al igual que para Bogotá, la energía es fundamental”, señaló.

Por otro lado, Jaime Gonzalo Muñoz, presidente de la Asociación Municipal de Juntas de Acción Comunal de Machetá, resaltó cómo el acompañamiento del GEB ha promovido la educación en robótica y electrónica, despertando el interés de los jóvenes en estos temas.

“En 2023, gracias a la colaboración del Grupo Energía Bogotá, organizamos un torneo de robótica y electrónica. Muchos de nuestros niños y campesinos nunca habían tenido acceso a estos equipos, como las gafas de realidad virtual. Esto fue posible gracias al componente social de apoyo a nuestras comunidades, que incluyó la creación de un aula solar interactiva”, relató Muñoz.

Al finalizar su intervención, enfatizó la necesidad de avanzar con los proyectos energéticos: “Este proyecto es crucial, no solo para Bogotá, sino para Cundinamarca y todo el país”.

Otro de los invitados fue Diego Zárrate, director ejecutivo de la fundación ProCAT, entidad que ha investigado durante más de una década las especies que habitan en las áreas de influencia del proyecto Norte. Zárrate explicó que las principales presiones sobre estas especies no provienen de las infraestructuras energéticas, sino del crecimiento urbano, el impacto de las carreteras y la interacción con animales domésticos, como perros y gatos.

Según los análisis de ProCAT, solo el 2,5 % de las torres planificadas por el GEB afectarán zonas donde habitan estas especies.
“Esto significa que, aunque hay áreas donde debemos prestar especial atención, la mayor parte de la infraestructura estará en zonas previamente transformadas. Solo el 0,5 % de las torres afectará la cobertura natural”, concluyó.

 

 

 

 

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