A través de estos boletines conocerás temas relevantes en materia de innovación para los diferentes negocios del GEB. Dede GEB activamos unos procesos de Vigilancias Tecnológicas, que nos permite encontrar esta información.
En esta segunda edición te contaremos sobre Captura de Carbono.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Aunque la captura de carbono ha sido usada desde la década de los 20s en la industria del gas natural, fue hasta el año 1977 que se consideró el uso de esta tecnología para prevenir la emisión de gases contaminantes hacia la atmósfera [1]. Inicialmente, el dióxido de carbono (CO2) capturado era usado para la recuperación de petróleo mejorada, una técnica sofisticada usada para mejorar la obtención de crudo [2], y, posteriormente, llegó a ser una parte crucial en la producción de plásticos, materiales de construcción y más [3].
UN GRAN POTENCIAL
La captura de carbono ofrece un gran potencial económico, gracias a un mercado creciente centrado a su alrededor. A pesar de los efectos de la pandemia generada por el COVID-19, el valor de este proceso a nivel mundial representó un aproximado de 2,8 mil millones de dólares en el año 2021, lo cual, se espera que crezca a 4,9 mil millones de dólares para el año 2026 [4]. Gran parte de este crecimiento estimado se atribuye al interés presente por el uso de hidrógeno como fuente de combustible, al igual que otras energías limpias, las cuales pueden ser apoyadas mediante la captura de carbono [4].
¿QUÉ ES PETRA NOVA®?
Petra Nova® es una planta energética potenciada con carbón que surgió en el año 2016, de una colaboración entre la compañía minera JX Nippon Mining & Metals Co. y la compañía de energía eléctrica NRG Energy Inc[5]. Esta fue diseñada con un sistema de captura de carbono capaz de extraer aproximadamente el 90% del CO2 proveniente de una corriente de gases de combustión, equivalente a 1,4 millones de toneladas métricas anuales de este gas de efecto invernadero [6]. Mediante esta capacidad, Petra Nova® se consolidó como la planta de captura de carbono post combustión más grande del mundo [7].
UN MARCO DE APOYO NORMATIVO
Desde el punto de vista económico a corto plazo, la captura de carbono no es un proceso favorable en la mayoría de los casos debido a la gran cantidad de energía requerida para su operación, los altos costos de operación y el capital requerido [8] [9]. El proyecto de Petra Nova® fue posible de llevar a cabo gracias al fuerte apoyo del Departamento de Energía de EE.UU. (DOE), quien suministró 195 millones de dólares al proyecto [5]. Esto fue realizado mediante varios mecanismos de apoyo estatal, como la Iniciativa de Energía de Carbón Limpio (Clean Coal Power Initiative), la Ley de Asignaciones Consolidadas (Consolidated Appropiations Act) y la Ley de Recuperación (Recovery Act) [6]. Por lo tanto, sin un marco normativo que posea incentivos monetarios y tributarios apropiados, el avance de la captura de carbono se puede ver restringido en la próxima década [9] [8].
LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL DEL CO
Desde la Revolución Industrial la contaminación ambiental generada por la actividad humana ha incrementado considerablemente 1. Esto ha generado manifestaciones negativas y una variedad de riesgos para la sostenibilidad de los ecosistemas [1], incluyendo problemáticas potenciales a nivel económico, cultural y de salud para varias comunidades alrededor del mundo 121. Uno de los contaminantes principales responsables de estas afectaciones es el dióxido de carbono (CO.), cuya concentración histórica, desde el año O e.c. hasta el año 2018, se puede observar en la ilustración 1. Aunque el aprovechamiento de las energías renovables. como la solar o la eólica para combatir la creciente concentración de CO es importante, la captura de carbono es también relevante para lograr una reducción de emisiones nocivas en sectores no aptos o difíciles de potenciar mediante estas 4.
LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL DEL CO
Desde la Revolución Industrial la contaminación ambiental generada por la actividad humana ha incrementado considerablemente 1. Esto ha generado manifestaciones negativas y una variedad de riesgos para la sostenibilidad de los ecosistemas [1], incluyendo problemáticas potenciales a nivel económico, cultural y de salud para varias comunidades alrededor del mundo 121. Uno de los contaminantes principales responsables de estas afectaciones es el dióxido de carbono (CO.), cuya concentración histórica, desde el año O e.c. hasta el año 2018, se puede observar en la ilustración 1. Aunque el aprovechamiento de las energías renovables. como la solar o la eólica para combatir la creciente concentración de CO es importante, la captura de carbono es también relevante para lograr una reducción de emisiones nocivas en sectores no aptos o difíciles de potenciar mediante estas 4.